martes, 4 de diciembre de 2007

Mis disculpas

Hay ocasiones en que los nervios hacen decir cosas no deseadas y uno se deja llevar por emociones y rencores pasados.
Es el caso que a mi me ha pasado en este blog, donde equivocadamente he insultado y faltado el respeto hacia varias personas, preso de la ira y la humillación que sentí contra ellos, pero que en ningún caso me da derecho a descalificarles personalmente.

Por ello, además de rectificar las formas en las narraciones de lo ocurrido, pido disculpas publicamente por los insultos vertidos y me desdigo de cualquier palabra soez que pudiese resultar de mis escritos.

martes, 2 de octubre de 2007

UN CUENTO

Cuentan que una bella princesa estaba buscando consorte. Aristocratas y adinerados señores habían llegado de todas partes para ofrecer sus maravillosos regalos. Joyas, tierras, ejercitos y tronos conformaban los obsequios para conquistar a tan especial criatura. Entre los candidatos se encontraba un joven plebeyo, que no tenía más riquezas que amor y perseverancia. Cuando le llegó el momento de hablar, dijo:

-"Princesa, te he amado toda mi vida. Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de amor... Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin más alimentos que la lluvia y sin más ropas que las que llevo puestas...Esa es mi dote..."

La princesa, conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar: -"Tendrás tu oportunidad: Si pasas la prueba, me desposaras".

Así pasaron las horas y los días. El pretendiente estuvo sentado, soportando los vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada, el valiente vasallo siguió firme en su empeño, sin desfallecer un momento. De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, la cual, con un noble gesto y una sonrisa, aprobaba la faena. Todo iba a las mil maravillas. Incluso algunos optimistas habían comenzado a planear los festejos.
Al llegar el día noventa y nueve, los pobladores de la zona habían salido a animar al próximo monarca. Todo era alegria y jolgorio, hasta que de pronto, cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo, ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la infanta, el joven se levantó y sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar.
Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino, un niño de la comarca lo alcanzó y le preguntó a quemarropa: -"¿Qué fué lo te que ocurrió?...Estabas a un paso de lograr la meta...¿Por qué perdiste esa portunidad?... ¿Por qué te retiraste?..."
Con profunda consternación y algunas lagrimas mal disimuladas, contesto en voz baja: -"Mi amada princesa no me ahorró ni un día de sufrimiento...Ni siquiera una hora... No merecia mi amor...".

El merecimiento no siempre es egolatría, sino dignidad. Cuando damos lo mejor de nosotros mismos a otra persona, cuando decidimos compartir la vida, cuando abrimos nuestro corazón de par en par y desnudamos el alma hasta el último rincón, cuando perdemos la verguenza, cuando los secretos dejan de serlo, al menos merecemos comprensión. Que se menosprecie, ignore o desconozca firmemente el amor que regalamos a manos llenas es desconsideración o, en el mejor de los casos, ligereza. Cuando amamos a alguien que además de no correspondernos desprecia nuestro amor y nos hiere, estamos en el lugar equivocado. Esa persona no se hace merecedora del afecto que le prodigamos. La cosa es clara: si no me siento bien recibido en algún lugar, empaco y me voy. Nadie se quedaría tratando de agradar y disculpandose por no ser como les gustaría que fuera. No hay vuelta de hoja.
En cualquier relación de pareja que tengas, no te merece quien no te ame, y menos aún, quien te lastime. Y si alguien te hiere reiteradamente sin "mala intencion", puede que te merezca pero no te conviene...



Extraido de la web de Luján Torrecuadrada.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Yo no quiero

Yo no quiero que sufras lo que yo sufro.
Yo quiero que sufras más.
Yo te quiero más rota que yo.
Más desguazada que yo.
Yo quiero que el dolor te destroce el esternón.
Que tengas que luchar a todas horas por sobrevivir sin ganas.
Que no soportes ser la mujer más miserable del mundo por quererme a tu lado.

Yo ya lo sufro.

No quiero que me odies.
Odiando se hace más fácil la ausencia.

Yo quiero que sufras lo que yo sufro.
Yo quiero que te asfixies con tu llanto,
que no encuentres paz en ningún sitio.
Que no soportes el peso de tu cuerpo sin mis dedos.
Yo quiero que el miedo no te deje dormir, como un dolor insomne.

Yo ya lo sufro.

Yo quiero que sufras lo que yo sufro.
Yo quiero que vengas,rogando en silencio,
muerta de miedo, insegura, que vuelva contigo.
Que sin mí, tus días son estertores.
Como mi pésame diario.

Dime que sufres lo que yo sufro.

Y dímelo llorando.

Original escrito por EVA VAZ

POCHOLO 007

Hace tiempo que me convencí de la constante progresión de papanatas que hay en este pais. Pero no imaginaba que llegase a ser para tanto.
El otro día estuve viendo un trozo de uno de los reality shows más recientes en la tele, Pocholo 007.
El tal Pocholo, simpar personaje, se está calzando a una rubia de aspecto sospechoso (pero que está de muerte) de gira por España en una furgoneta cutre y cayendo a cachos y entre cámaras que siguen sus movimientos. El caso es que tienen una audiencia del copón.
Pocholo, un personaje que apenas sabe hablar, camina descalzo por la calle, tiene la higiene justa , es aún más misógino y machista que lo que quepa imaginarse, no se le conoce ningún arte ni habilidad para algo que no sea tirarse pedos y eructar.
Sin embargo,se está sacando una pasta con el programa, va a todos los sitios sin un duro y le invitan a comer y le saca el dinero a la gente aprovechando que la señorita que le acompaña aprovecha su encanto natural para aflojar las carteras de los lugareños que le hacen la corte.

Spain is different, ahí lo teneis. En un pais normal cagarían para gente asi.

No entiendo como se puede contemplar impunemente a este elemento conduciendo sin cinturón por toda España, cambiando de conductor en marcha, haciendose un porro,con una cerveza en la mano, metiendole mano a la chica mientras conduce etc etc... Y nadie dice nada !!! A cualquier persona normal le hubiesen quitado todos los puntos, le hubieran multado y sanciando. Pero a Pocholo no. Porque es grande.
Mientras tanto, sigamos promocionando a toda esta saga de vividores que se lo están montando de puta madre viviendo del cuento y sin dar un palo al agua.

¿A qué espera la fiscalía para actuar de oficio contra este energúmeno? ¿Cómo puede estar este enfermo fuera de un psiquiatrico? ¿Se puede hacer apología de las drogas de forma tan evidente? ¿Tiene la ITV en vigor la furgoneta?

martes, 18 de septiembre de 2007

Carta de Mongolia

Alguna vez ya hablé de un curioso personaje que hace tiempo pertenecía al reducto de gente rara que conocí a través de internet.
El perro irlandés, más conocido en los suburbios como Avistu, formaba parte de un grupo de individuos que tenían un foro en común donde escribían,chateaban,salían de copas,iban de excursión,o se peleaban.
Desde un primer momento me llamó la atención su rostro enjuto y su mirada perdida. Era la típica cara de un ex-soldado destinado en Bosnia y marcado por terribles experiencias. Hablaba mediante susurros, como acobardado.
Recuerdo que hice mucho por aquel chaval.Le quité muchas hambres y le ayudé a desintoxicarse de sus adicciones y gracias a Dios pude librarme de él cuando le animé a irse a Irlanda a trabajar.
Después de una temporada allí, fue incapaz de hacer frente a sus deudas y decidió poner tierra de por medio y volver a emigrar. Alguna vez volvió por aquí o me llamaba para pedirme dinero, pero tras varios préstamos que ya doy por perdidos, decidí no fiarle más.
Desde entonces su vida consiste en vagar errante por el planeta. Actualmente recorre Asia engañando a los pobres lugareños con conocidos timos del primer mundo, y sonsacando limosnas y algo que comer a la gente que visita su blog y le envía donativos desinteresados.
Su blog destaca por una inmensa narrativa que hace gala de su brillante imaginación para recrear paisajes y vivencias como si las viviese realmente.
En el fondo no es mala gente, y una infancia especialmente difícil le ha marcado de por vida, por no decir el trauma que le ha causado la sodomización y posterior desamor de Ferrán.

El muy cretino me ha enviado una postal desde el desierto del Gobi, como si me fuese a dar envidia andar tirado por el mundo sin trabajar y viajando sin cesar. Como no es algo muy habitual recibir postales de Mongolia, por una vez no romperé la correspondencia que me manda, y la pondré colgada en algún lugar donde no se vea mucho, por si algún día la policía me vuelve a preguntar si sé algo de él.

Para la gente que no le conozca, les remito a su blog, pero no piquen y no le envíen donativos, que ahora ya no le va tan mal y con comer una vez a la semana tiene de sobra el muy infame.

WWW.ELPERROIRLANDES.COM

PD: Le echo de menos cretino, necesito tomar una copa con usted.

Mi lucha con TRESAMI y AGENCIA ASTURES. Conclusión.

Aquí se acaba la historia de mi odisea de comprar piso en Gijón. Con este post doy por concluidas mis reivindicaciones morales .
Ahora me explico que en cada calle de Gijón haya una agencia inmobiliaria. Cualquiera hoy dia abre una agencia en un exiguo local. No necesitan preparación ninguna.
Hubo un tiempo que quien no valía para otra cosa, abría un chigre. Ahora muchos abren una agencia, publicitan cuatro pisos y a vivir. Sangran a quien puedan sin ningún escrúpulo haciendo negocio de la especulación y de la necesidad ajena de tener una vivienda. Intrusismo, diria yo.
Puestos a sangrar al prójimo lo hacen a lo grande, total, ya metidos en gastos...
La vivienda en España es un puto abuso, y la culpa del hinchazón de precios es en gran parte de todas estas agencias, que cada vez quieren vender más caro porque mayor será su comisión. Cada vez las tasaciones son más exageradas, y cuchitriles valen fortunas.

Al menos me conformo con haberme encontrado con el de astures cenando en un conocido local hostelero de la ciudad y tras ver que me apartó la cara, llamarle la atención delante de sus cinco compañer@s de mesa y decirle que es un cobarde, así a la cara, y sin tapujos. LA verdad es que esperaba que se enfadase o me dijese algo,pero no, reaccionó agachando la mirada y haciendo mutis por el foro, no me dijo ni pio. Me gustaría haber escuchado la explicación que le dio a sus amigos acerca de lo que le había dicho.

De momento no comentaré más de este tema, ya ha sido suficiente. Agradezco enormemente la paciencia de quien haya podido aguantar todo este coñazo desde que empecé a escribirlo en el primer capítulo.

Agradecería también que cuando alguien escuche a otra persona hablar de comprar piso, le remitan a este blog para evitar que les pueda pasar lo mismo que a mi para que anden con pies de plomo.
Porque en este país la mayoría de las veces no se puede ir de buena fe, te toman por imbecil.

Mi lucha con TRESAMI Vol. IX, y lo que es la gente.

(Ver capítulos anteriores)

Primeramente pido disculpas por el abandono temporal de este blog, que por falta de tiempo y por pereza, no actualizo desde hace más de un mes. Intentaré recobrar la asiduidad anterior.

Pasa el tiempo y no tengo noticias del los señores de astures, y a diario paso por delante del putopiso y observo si hay algún cambio en las persianas, luces etc. Nade de nada. No se por qué pero el asunto empieza a olerme a cuerno quemao, y me empieza a dar la extraña sensación de que la cosa me vuelve a salir mal.
Me estoy volviendo paranoico, no puede ser, soy un puto gafe, son imaginaciones mías. Seguro que todo va bien pero las cosas llevan su tiempo y es normal que no me llamen. Iluso de mi.

Una mañana suena el móvil. Era ella. Con su voz dulce me dice que la operación se va a retrasar. Por lo visto, la propietaria, una tal Raquel, tenía problemas para encontrar piso en Barcelona y me solicita aplazar el tema un mes. Además, decide ponerle precio a los muebles porque ahora decide que no los va a llevar para su nueva casa y quiere dejarlos alli.
Ella pide seis mil euros, yo le ofrezco la mitad. Ella dice que nanay, yo digo que ese no era el trato y en ningun momento se condicionó la venta del piso a los muebles. Ella dice que si no hay venta de muebles, no hay venta de piso. Yo me cago en todo y le deseo que se rompa las piernas por tres sitios diferentes.

Me empiezan a poner pegas y la agente inmobiliaria empieza a decir que "lo ve feo" pero que ya sería mala suerte que me pasara lo mismo otra vez.
¿Cómo me puede decir "que lo ve feo" con todo mi historial anterior?

Pues efectivamente, el asunto estaba feo. A los tres días me llaman para decirme que la dueña del piso había decidido no vender el piso.
Me quedé pegado al teléfono. No me lo podía creer joder. Otra vez vuelta a empezar, ya había pasado más de un año que entré a AGENCIA TRESAMI la primera vez y me encontraba en la misma situación inicial.

Les digo que no me jodan y que hablen con la dueña y lo intenten salvar de la manera que sea, que no me pueden hacer esto. Los de la agencia me dicen que no pueden hacer nada y que la Raquel está dispuesta a indemnizarme con lo que me corresponde. Si lo llego a saber doy una señal mayor para que me indemnizara con más.
Joder joder, esto no me puede estar pasando coño.

Pues nada, no hay nada que rascar. Les dije de todo, pero lo único que hicieron fue mostrar su completa falta de profesionalidad.
El día que fui a firmar que me daban la indemnización no se dignaron ni a mirarme a la cara. El tio de la agencia se marchó cuando me vió llegar, y la chica no tuvo cojones ni a decirme que lo sentía.
Me la han armado bien armada. Pero el mundo está lleno gente asi, así que es difícil acabar con ellos.

Nunca más tuve noticias de ellos. Nunca más me llamaron ni me preguntaron cómo estaba o si había encontrado algo. Nunca me compensaron con nada por su negligencia, pues después al consultar con un abogado me enteré de que el contrato de arras estaba mal hecho, y si lo hubieran hecho bien no se habría podido volver atrás el contrato con una indemnización tan ridícula.



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miércoles, 8 de agosto de 2007

Mi lucha con TRESAMI, Vol. VIII y mi encuentro con el propietario

Ver capítulos anteriores.

Volvemos a la carga.El fatal desenlace que había tenido con los de TRESAMI no se acababa aqui.
Tenía ganas de coger al propietario por banda y sabía que no tardaría mucho en venir a Gijón. Durante unos cuantos días, me dedicaba a pasar por debajo de su piso (el que en un primer momento se supone que había comprado) y mirar a ver si las persianas habían cambiado de posición o se encendía alguna luz.
Hasta que un día veo luz en la cocina. Eureka, pensé, por fin el encuentro estaba cerca.
Al día siguiente pedí la tarde libre en el trabajo y cual espía soviético, esperé delante del portal estoicamente, al frio y al agua, desde las seis de la tarde hasta aproximadamente las diez.
Cada vez que alguien entraba al portal, observaba qué luz se encendía en el edificio, y memorizando su cara. Hasta que un vetusto personaje entró en el portal y a los dos minutos se encendía la luz de la cocina del piso segundo. Voilá, esto era pan comido. Ya taba fichao.

Confieso que estaba nervioso, inquieto por ver la reaccion del propietario cuando le dijese a la cara la clase persona que era.
Supuse que el anciano , como todos, sería hombre de costumbres, así que al día siguiente y hacia la misma hora volví a esperarle en el portal. Como un reloj, puntualmente, y a la misma hora del día anterior, el propietario apareció por la calle acompañado de su presunta mujer y de los venerables vecinos de al lado, que al verme (pues hacía ya tiempo que habíamos hablado largo y tendido) se quedaron cortados.

"Tu eres Emilio" le dije dirigiendome al propietario. Se quedó extrañado mirándome como queriendo recordar quíen era yo y por qué le conocía. "Soy quien compró tu piso, que hablamos por telefono, ¿me recuerdas?"
Se quedó pálido y le pidio a su mujer y a sus vecinos que subieran a casa y nos dejaran solos. PAsaron diez segundos en que ninguno de los dos hablamos. Yo le miraba a los ojos, repasando el borrador de reproches que tenía preparado.
Me invitó a tomar un vino para hablar, pero le dije que no aceptaba invitaciones de cobardes. Así que en la calle, y poco a poco, le empecé a desgranar mis pensamientos.
Le dije que era un cobarde porque había quedado en llamarme para darme una explicación cuando llegase a Gijón y no lo hizo, no fue capaz de dar la cara. Le dije que era un canalla por no tener la más mínima consideración por Jose Luis. Las palabras mayores al final no se las dije de forma directa, pero estoy seguro que no le quedó ninguna duda de lo que opinaba sobre él.

Si no fuera porque era una persona (de alguna forma tengo que llamarle) mayor, e indefenso, le hubiera metido en un contenedor y cerrado la tapa. El solo se limitaba a mirarme con ojos abiertos y no era capaz de articular palabra.

En fin, estaba claro que no iba a rascar nada hablando con él, pero al menos yo me quedaba más satisfecho. Supongo que él pensaría que le iba a dar una paliza, porque le vi que estaba muy nervioso. No soy de esa clase de personas que van buscando camorra por los bares.

Este fue mi encuentro con "el propietario", más conocido como D. Emilio Molina.

Ahora de vez en cuando paso por allí y sigo fijándome si hay luz en el piso. Y la hay. Solo espero que él se haya vuelto a Suiza y el piso se lo hayan "okupado" una treintena de rumanos que se lo destrocen y lleven a sus perras (usease, sus animales, sus canes) a parir al cuarto de baño.

Mi lucha con TRESAMI, Vol. VII.

(Ver capítulos anteriores, más abajo)

Me hizo gracia que el día que decidí aceptar la oferta del chico de Astures para este nuevo piso, justo antes de llamarle para decirle que cerrabamos el trato, me llamó la comercial de AGENCIA TRESAMI para preguntarme cómo iba el tema.
Es curioso que después de haberse desentendido de mi, y cargarle el muerto a Jose Luis lavándose las manos como Poncio Pilatos, ahora de repente me llamase interesándose (comercialmente) por mi.
Estaba claro que el de astures estaría nervioso con la operación, y le pidió que me llamase y me tirase de la lengua (comercialmente) para saber si yo iba a comprar o no. Supongo que el de astures se frotaría las manos cuando la comercial de AGENCIA TRESAMI le chivase que yo iba a picar el anzuelo. Me imagino que incluso se llevaría su parné de todo este lio.
Pero me daba igual, a fin de cuentas yo estaba ilusionado e impaciente, qué cojones,me daba igual todo.

El de astures compartía negocio con una chica morena y guapa, de bonito aspecto que a su vez era una vieja conocida, pues hace tiempo habíamos coincidido en un pequeño concurso a nivel regional en el que quedamos como finalistas.

Pues nada, ya estaba todo listo, el sobre con mi dinero encima de su mesa, y los contratos que acababa de firmar. Ahora a esperar a que la propietaria desalojara el piso para mandar a la empresa de limpieza, y en breve mi humilde morada estaría lista.

Continuará...

Mi lucha con TRESAMI, Vol. VI

(Ver capítulos anteriores por aquí abajo)

Una vez mentalizado de que la historia se repetía y tenía que volver a empezar a buscar un sitio donde vivir, volví a comprar prensa, y a leer anuncios con ofertas inmobiliarias.
Jose Luis atravesaba un mal momento ecónomico, tenía menos dinero que un bañista (dicho popular), así que llegamos al acuerdo de que me buscaría un piso a buen precio y no me cobraría comisión ninguna.
Así que paralelamente a mi búsqueda, cada poco la chica que trabaja con Jose Luis me llamaba ofreciendome pisos. Algunos ya los descartaba sin verlos, y en media docena de ocasiones llegué a visitarlos. Ninguno me encajaba. Unos por precio, que se disparaban, y otros porque no valían ni para tomar por el culo y costaban el doble de lo que valían.
Hasta que un día, en mis habituales paseos fijándome para los pisos, vi un anuncio en una ventana que me llamó la atención y no dudé en llamar. No sé por qué tenía el presentimiento que aquel piso era para mi.
La agencia que lo vendía era una vieja conocida, AGENCIA ASTURES y nuevamente tenía que tratar con el comercial.
El comercial me enseñó el piso al día siguiente, y sin titubear mucho ni pensármelo dos veces, me lancé a la piscina. No tenía altura porque era un primer piso pero no se por qué me gustaba un montón. Eran dos habitaciones y tenía muy poco tiempo. La verdad que la dueña era una descuidada de mucho cuidao, porque cuando fui a ver el piso parecía una escombrera y la cocina tenía más mierda que el palo de un gallinero, pero suciedad aparte, el piso estaba muy bien. La plaza de garaje era una puta mierda (¿o debo decir ridiculez?) porque el coche no me entraba ni metiéndolo de canto, pero pensaba en venderla y comprar otra un poco mejor.
Nuevamente tras intentar negociar un poco el precio, a los dos días volví a dar mis tres mil euros de señal, firmé el contratro de arras y quedó todo apalabrado nuevamente para escriturar en un plazo máximo de tres meses.
Al final Jose Luis no me había indemnizado con los tres mil euros que me debía, pero yo estaba contento y preferí dejar de quemarme la sangre con el medio kilo y pensar que todo fue un fallo humano y había que aceptarlo así.

Continuará...

miércoles, 18 de julio de 2007

Mi lucha con TRESAMI , vol. V

(Ver capítulos anteriores)

Jose Luis me trata especialmente bien. Al menos me llama regularmente y me tranquiliza ver que todo sigue adelante. Me asegura que habló con el propietario y que no hay ningún problema, que en breve vendrá a España y cerraremos la venta definitivamente.
Mi úlcera de estómago se calma un poco, solo me entran ardores a partir de mediodía, y Jose Luis empieza a mirarme opciones de hipotecas interesantes. Después de quince días decido que la mejor opción la tengo en el BBVA y tras hablar con el director, abro una cuenta alli y domicilio la nómina.
Pero sigue pasando el tiempo y seguimos sin novedades: no hay nada concreto, no hay fecha prevista de llegada del propietario y yo tengo unas ganas de cerrar el tema acojonantes.
Cuando ya van a cumplirse los tres meses de plazo me llama Jose Luis, con voz temblorosa y me dice que el propietario, decide que no vendera el piso definitivamente , pero que vendrá a Gijón en breve e intentará retomar el tema.
Mi úlcera vuelve a trabajar apoteósicamente y en medio de un cabreo monumental, voy al famoso piso y pico al timbre de los vecinos de al lado. Les comento lo que hay, para ver si ellos saben algo, y me dicen que me estuvieron tomando el pelo, que el piso lo enseñaron a muchisima gente y cada vez contaban una versión diferente y un precio distinto, y que no me fíe de los de las agencias, que tenían mucha labia pero que eran delicados.
Después de mucho hablar, me vieron tan cabreao que me dieron el telefono de Suiza del propietario. Por lo menos iba a intentar hablar directamente con el dueño, para ver que era lo que pasaba aquí.

Marqué un montón de cifras con el prefijo internacional, con la suerte de que lo pillé en casa. Le explico quién soy, y me dice que "había oido hablar de mi" (como pa no, no te jode...). Me dice que él en ningún momento había firmado una autorización de venta a ninguna agencia y que no quiere saber nada del asunto. Que en un principio pensó en venderlo, pero que ahora habia cambiado de opinion y que le dejara en paz.

Despues de una llamada de 50 minutos,y a 200 pulsaciones cardiacas por minuto, creo que la conferencia con el alimaña lo unico que me aportó fueron 10000 pulsaciones. Al menos me dijo que iba a venir a Gijón y me iba a invitar a una botella de vino. Gracias a mi santa madre y a Alejandro, el abogao, conseguí calmarme y tras agradecerle al propietario su humana acutuacion, decidí tomar el asunto con sangre fría e intentar presionar para que Jose Luis, y en virtud de lo firmado en el contrato, me indemnizara con 3000 €.
En todo este lapso de tiempo, los pisos habían subido muchísimo más, pero al menos no me quedaria con las manos vacias despues de todo.


continuará...

miércoles, 4 de julio de 2007

MI LUCHA CON TRESAMI, VOL. IV

(Ver capítulos anteriores antes de leer este)
Después de cabrearme con el dueño de tresami, llame a un buen amigo que es abogao y le puse al corriente del tema. Me dice que los de la agencia tienen un morro que se lo pisan y que si quiero les podemos reclamar.
Entretanto, empiezo a sentir molestias continuas en mi vientre que se derivan hacia todas las agencias inmobiliarias de Gijón, pero no son más que los síntomas de una úlcera de estómago que me estaban creando todos estos problemas.

Aparece entonces el tal "Jose Luis", de ahora en adelante "Jose Luis". Obsérvese que a este último le llamo simplemente por su nombre, pues es el único que con el tiempo me demostró que se merece mi respeto y al menos se esforzó por ayudarme.
Jose Luis es un tío alto y flaco, con cara de buena persona. Muy delgado.
Jose Luis es la persona que realmente trató directamente con el dueño del piso, un tal Emilio Molina González que es el paisano que vivía en Suiza y presuntamente enfermo propietario del piso que centra mis críticas, y que de ahora en adelante llamaremos "el propietario".

Jose Luis, por desgracia para todos, un mal día habló con "el propietario" y éste último le comentó que quería vender el piso. Jose Luis, como agente inmobiliario, establece un precio y llega a un acuerdo verbal con "el propietario" para venderle el piso. Aquí empieza el lío de la madeja, pues se cometíó desde el principio el garrafal error de no dejar todo firmado por escrito: una autorización de venta del piso, una carta de representación y poderes.
Se suponía que "el propietario" era un paisano de confianza y de palabra, y que en cuanto Jose Luis le anunciase que el piso tenía un posible comprador, "el propietario"´daría luz verde para empezar los trámites.

Aquí se juntan un montón de contratiempos: intermediarios, las prisas por cerrar la operación, la falta de comunicación entre la primer agencia y la tercera, la profesionalidad de TRESAMI y de AGENCIA ASTURES y mi buena fe, por confiar en todos ellos.
"El de tresami" se apresuró en redactar un contrato de arras para tenerme pillao, pero no pensó que el que se estaba pillando los dedos era él, puesto que Jose Luis le indicó que no se firmase el contrato de arras hasta tener el consentimiento del "propietario". Pero Jose Luis llegó tarde. Cuando él se enteró, yo ya había pagado la señal y ambas partes teníamos un papel de compromiso firmado.

Según ese papel, si yo me volvía atrás perdería la señal y además debería indemnizar a TRESAMI con un 3% del precio pactado por el piso más su correspondiente IVA. En cambio, si quien se volvía atrás era el dueño del piso, él debería indemnizarme a mi con el doble de lo que yo puse de señal.
Legalmente se entiende que al igual que "el de tresami" tenía potestad para firmar el contrato de arras y coger la señal en nombre del vendedor, también tendría que responder por él en caso de imprevistos. ¿No?

Pues resulta que no, que "el de tresami" quiere lavarse las manos, cargarle el muerto a Jose Luis y hacer frente común con el de AGENCIA ASTURES para volver atrás la operación sin darme ni un duro a cambio.

Gracias a mi amigo Alejandro, y tras intensas negociaciones, llegamos a un nuevo acuerdo: acepto una prórroga de tres meses más para llevar a cabo la escritura del piso, a cambio de hacer la operación con la agencia de Jose Luis directamente, sin mediar la intervención de TRESAMI , y a cambio de una rebaja en el precio de tres mil euros. Además, durante esta prórroga, me sería devuelta la cantidad que puse como fianza, y se establecería que yo soy la primera y única opción de comprador para el piso, todo ello con el beneplácito del propietario, que en la lejana Suiza se comprometía verbalmente para venir a Gijón a rematar la operación al final del verano, ya que presuntamente seguía interesado. Y en el caso que finalmente se volviese atrás el vendedor, yo sería indemnizado directamente por JOse Luis con tres mil euros en concepto de daños y perjuicios.

Continuará...

MI LUCHA CON TRESAMI, vol III

El piso era interesante.Era pequeño pero recogido y tenía una buena distribucíón. Se notaba que apenas se había usado y los venerables ancianos vecinos de puerta eran aparentemente muy agradables. La cocina y el salón dan a la calle y las habitaciones a un patio interior. Un baño en buen estado y una plaza de garaje en la que se podía meter un camión.
No me hizo falta pensar más, me quedaba con él. Negocié un poco el precio, y tras un pequeño forcejeo logré que me rebajaran la ridicula cantidad de mil euros, y para eso hubo que sudar sangre.
Los de la agencia TRESAMI sabían que me gustaba el piso y me tenían pillao por los huevos, asi que no se molestaron en afinar el precio bien. Pero me daba igual, estaba contento con mi elección.
Me metieron un poco de presión diciendo que había más gente interesada (lo que dicen siempre) así que tenía que llevarles una señal de 3000 euros como fianza inmediatamente para dejarmelo reservao en firme.
Así que al día siguiente y a primera hora, aparecí con el dinero de la fianza y se firmó el papel del contrato de arras, detallando debidamente las condiciones del trato.
Me dan un plazo de tres meses para entregarme el piso y me marcho. Yo ya había cumplido mi parte.
Supongo que pocas veces una agencia venderá un piso con tanta rapidez y con tan pocos problemas.

Total que me pongo manos a la obra, y empiezo a patear bancos en busca de la hipoteca menos mala. En unos bancos decían que yo no presentaba las garantías suficientes, en otra que necesitaba un montón de avales, y en otros que no había ningún problema. Al final llegué a un acuerdo con Caja Laboral donde me ponían unas condiciones bastante competitivas.

Pasa un mes y vuelvo por la agencia TRESAMI para decirles que quiero mover la compraventa ya, porque ya tengo la hipoteca. Aquí es donde la chica morena empieza a ponerse blanca y palidecer, y decirme que no vaya tan rápido porque el dueño está en Suiza y no puede venir de un día para otro.Intento ser paciente y espero un mes más.
Vuelvo a pasar por TRESAMI y les digo que me corre prisa el tema, y que quiero escriturar ya, porque entre otras cosas, los de Caja Laboral no me mantendrían las condiciones mucho más tiempo ya que los intereses iban subiendo.
Entonces es cuando me dicen que el dueño del piso está enfermo, que le tienen que operar en Suiza, que no saben cuando podrá venir. Llegado a este punto se me empieza a agotar la paciencia y les digo que tienen que llamar al dueño y forzarle como sea, y si no puede firmar, que autorice mediante un poder notarial a firmar alguien en su nombre.

Aquí es donde aparece otro ser, que dice ostentar un cargo de mando en TRESAMI
y que empieza a querer lavarse las manos del asunto y me dice que la culpa no es de ellos porque el piso en realidad pertenecía a una tercer agencia implicada (sí, tercera, hay otra más de por medio) llamada J&N, que es quien había hecho la gestión directamente con el dueño, y que parece ser que ahora hay problemas porque la llegada del propietario de Suiza, se retrasará indefinidamente, sin fecha.

En ese momento el que empieza a palidecer soy yo, y exijo una explicacion contrastada y hablar personalmente con el propietario para ver que pasa. Pero lo unico que hacen es vacilar y darme largas sin respuestas concretas.
Me dicen que no es posible hablar con él por el rollo que ya sabemos: que está en Suiza, que está enfermo, que ellos no tienen el telefono sino la otra agencia ...

Aquí los de TRESAMI caen en sus primeras contradiciones, pues anteriormente me habían asegurado que habían hablado con el dueño.
Así que el jefe de tresami me propone ir a hablar con la tercer (y aparentemente última) agencia, la agencia J&N, con un tal José Luis que es el dueño.

Continuará.

martes, 3 de julio de 2007

Mi lucha con TRESAMI, vol. II

(ver capítulos anteriores: La odisea de comprar piso y Mi lucha con tresami, vol. 1)


Sucedió el 25 de Abril de 2005, por la tarde.





16 horas. Llegué a mi cita con mi habitual puntualidad británica.


La zona no era la octava maravilla del mundo, pero al menos el edificio se veía "relativamente" nuevo y le daba el sol al mediodía. Viendo los minipisos que ofrecía la ministra de la vivienda, esto era una mansión.


Enseguida llegó la chica de la "Agencia" y esperamos en el portal a un tercer individuo. Se van destapando intermediarios. Es cuando me entero de que el piso no pertenecía directamente a TRESAMI. No me podía creer que la comercial me decepcionase. Por lo visto entre varias agencias compartían los pisos que les entraban a la venta, con su respectivo incremento de precio para repartir sus comisiones, claro.


Y este tercer individuo, de nombre "David", y en adelante apodado el chico de astures, era uno de esos intermediarios que pululan por el mundo de las inmobiliarias.


Pero resulta que el de astures ni siquiera tenía las llaves del inmueble para enseñarlo, así que había que despertar de la siesta a los entrañables ancianos vecinos de al lado para que nos abriesen la puerta del piso.


Se da la patética casualidad de que el de astures me reconoció por unas apariciones en TLG y entonces quiso hacerse el enrollao conmigo. El era una mole de dos metros de altura y portaba un traje oscuro que le confería aspecto de siniestro, vamos, excesivamente serio.


Pero todo esto no toma importancia, porque lo importante es que por fin tenía mi "futura adquisición" a un palmo de mis narices, y la indumentaria del intermediario me la traía floja.


Este hombre formaba parte de una sociedad llamada AGENCIA ASTURES que también será objeto de mi blog, pero más adelante, todo a su tiempo.



Continuará

jueves, 28 de junio de 2007

Se marcha Eutropio.

Poco más de un año con nosotros sirvió para coger aprecio a nuestro querido Eutropio. Constante en sus tareas y firme en su deber, estuvo todo este tiempo con nosotros excepto sus reglamentarias vacaciones y sus pertinentes operaciones de muelas.
Perfecto conocedor del mercado y la competencia, siempre estaba dispuesto a brindarnos sus conocimientos desinteresadamente y mostrarnos su mejor sonrisa de forma incondicional.
Siempre pensé que el lugar que ocupaba no era el suyo, no porque le quedase grande ni pequeño, sino porque estaba desaprovechado.
Pero Eutropio no se ha muerto, aunque este post suene a pompa funebre. Eutropio simplemente empieza una nueva etapa en la que le deseo un brillante futuro. Por circunstancias que no vienen a cuento, mañana nos deja.
Mucha suerte querido Eutropio, que empieces con buen pie. Disculpa si alguna vez los de abajo te presionamos en exceso, y no olvides que al menos dejaste un amigo en este camino.
Allí tienes tu casa (al menos en mi zona) y aquí mi más fuerte abrazo.
Suerte grumete, otro barco mejor y más grande te espera en el próximo puerto.
Tu capitán.

miércoles, 27 de junio de 2007

MI LUCHA CON TRESAMI (Ver primero el anterior capítulo: Comprar piso, la odisea)

Sucedió el 25 de Abril de 2005.


Tras pasar varias semanas leyendo los anuncios por palabras de la prensa local, y rastrear los anuncios de la revista "pisos y fincas", llamo a un número de teléfono que sale en un anuncio que me llama la atención: "2 habitaciones,soleado,para entrar,garaje y trastero,zona llano."


Me sale una voz femenina muy sugerente, de una tal "Juani" de TRESAMI que me invita a pasar por la oficina y explicarme el inmueble con más detalle.


Total que pido permiso en el trabajo para escaparme media hora, y bajo la Avda Gaspar García Laviana en busca de la agencia de la "voz sugerente". Casi abajo del todo por fin la encuentro.


Una fachada muy bonita, un amplio escaparate, tres mesas en su interior y una furgoneta rotulada con su nombre aparcada justo enfrente.
La primera impresión es muy buena, no parecen unos cantamañanas. Una oficina bien situada, muchas fichas con pisos en el escaparate... la cosa parece que promete y me decido a entrar.

Una chica morena y guapa y unos ojos oscuros que cortarían la digestión al mismísimo José Feliciano, me atiende y resulta que es la chica de la voz sugerente. A primera vista muy simpática y seria en su trabajo a la vez, aparentemente profesional.

Me cuenta que el piso está en una situación impecable y que apenas está usado porque el dueño es un paisano mayor que está la mayor parte del año en el extranjero y solo viene un mes al año por lo que piso está como el primer día, pero quiere venderlo porque ya se está haciendo mayor y no está pa muchos viajes, etc etc etc...

Está en una zona muy tranquila, le da el sol al mediodía, tiene muy buena distribución, incluso va a dejar los muebles, y tiene una amplia plaza de garaje pegada a un trastero que es justo lo que yo buscaba.

No me lo podía creer, el primer piso que me ponía a mirar y ya parecía hecho para mi. Esa ocasión no la podía dejar escapar, así que le dije que quería ir a ver el chollo de piso esa misma tarde. Además el precio no se salía mucho de lo que yo tenía previsto así que seguro que merecía la pena el esfuerzo.

Pues nada, sin más, esa misma tarde, a las 16:00 horas, quedaríamos para ver la mansión.

Llamó por teléfono a un ser llamado David, que era el que tenía las llaves (supuestamente), y me confirmó la hora de la visita. Nos despedimos y salí de la agencia más contento que un ratón encima de un queso.

Había empezado con buen pie. Me sentía joven y triunfador.

continuará...


jueves, 21 de junio de 2007

COMPRAR PISO: LA ODISEA

Cuando un joven y humilde trabajador empieza a juntar sus primeros ahorrillos, empieza a florecer la mentalidad capitalista que algunos llevamos dentro, y te planteas la posibilidad de independizarte.

La idea de tener tu propio hábitat, entrar y salir sin miedo a despertar a tus padres, llegar a casa con una copa de más sin disgustar a nadie, y cómo no, aspirar a una relación sin tener que pagar una habitación, buscar un hotel, esconderte en un callejón, pedirle el coche a un amigo o incluso exponerte a manchar el tuyo...


Entonces empiezas a echar las cuentas: gano esto, tengo estos gastos, y la independencia cuesta mmm , uhmmm, buffff sale caro de cojones. Desechas la idea y decides seguir comiendo en casa de mamá, que además plancha las camisas que te cagas y mientras esperas a ver si la vivienda baja de precio e intentas ahorrar algo más para poder ir comprando un felpudo.


Casualmente las tertulias de las noches de copas empiezan a girar en torno a pisos, casas, inversiones...

Chus, que está entre mis mejores amigos, es más negativo que yo. Chus es un adorable personaje capaz de cambiar de opinión tres veces en dos segundos, pero me lo paso bien hablando con él. Intenta quitarme la idea de la cabeza porque dice que los pisos van a bajar. Lleva con ese rollo un montón de tiempo, y en todo este transcurso, si cuando empezó a decir que iban a bajar, hubiera invertido en uno para venderlo, habría ganado mucho dinero.

El caso es que un buen día me decidí a buscar un cuchitril donde aposentar mi desordenada vida, poder tener mis aparatos desparramados por una habitación, y encontrar el remanso de paz adecuado para mis pretensiones de vida contemplativa aunque no sea más que por unos minutos diarios.

Para hacerte una idea del mercado, empiezas mirando los anuncios clasificados del periodico y te haces a la idea del precio según características , estado y zona. Todo más caro que el demonio.
Así, que inocente de mi, decidí adentrarme en el oscuro y tenebroso mundo de las agencias inmobiliarias.
He podido afianzar aún más mis pésimos vaticinios acerca de las agencias, no me equivocaba nada. Como en todas las profesiones, hay mucho intrusismo laboral, y cualquiera acondiciona un garito, compra una mesa y dos sillas, y ya se monta su agencia inmobiliaria.
Son como gangsters, son capaces de todo con tal de embolsar su comisión en el bolsillo. Son infinitamente peores que los vendedores de coches.
Solo piensan en nutrir sus arcas con el dinero del humilde comprador, y que están dispuestos a todo con tal de llevarle al huerto.
Además, están conectados y de acuerdo entre ellos para sacar los cuartos al comprador.
Las agencias tienen gran parte de la culpa de la burbuja inmobiliaria, pues son los primeros en tirar hacia arriba de los precios. A más precio, mayor comisión.
Por no hablar de la hipermayoría de peleles que están detras de las agencias sin formación legal, sin conocimientos burocráticos y sin categoría personal ninguna.

Está claro que habrá de todo, como en todas las cosas, y seguro que hay agencias super profesionales y en las que hay gente seria. La pena es que yo no las conoci a tiempo.

Así fue como un mal día me dio por entrar a informarme en la primer agencia que vi: TRESAMI de Gijón. Ahí empezó todo mi calvario, que me costó rozar el límite de la depresión y el desbordamiento de mis nervios. Sobra decir, que todo lo que más adelante contaré, está documentado con papel, fotografías y testigos presenciales.

También sobra decir, que esto no es más que un aviso para navegantes, aparte de una pequeña llamada de atencion para despertar a la gente de buena fe que puedan convertirse en víctimas de "intermediarios inmobiliarios".

Así pues, y a partir de aquí, ire contando por capítulos mi particular lucha con las agencias, y habrá para todos, porque ahora me toca a mi.

Próximo capítulo: Comprar piso: Mi lucha con tresami

Me estoy volviendo Friki.

Soy un desastre andante. Cada vez tengo menos prisa por hacer las cosas. La lista imaginaria de tareas pendientes aumenta constantemente, pero no me apuro. Lo mismo pasa con el desorden de mi habitación.
Cada vez disfruto más de la vida contemplativa. Soy capaz de estar sentado horas seguidas mirando a una pared en blanco y me siento feliz. Me siento relajado.
Huir del mundanal ruido, refugiarme en una estancia vacía. Sentir pasar el tiempo y disfrutar de ello.
Cada vez me gustan más las cosas antiguas. Creo que los años 70 marcaron punta en el progreso. Los coches de esa época fueron los mejores. La música evolucionó más que nunca. La gente era de otra manera.
Yo quiero volver a los tiempos de "cuéntame". A la revolución del 69. A ser el friki que madruga un domingo para lavar el coche y lleva una caja de herramientas en el maletero.
A los bocadillos de chorizo revilla, las gafas de sol con visera, la radio en onda media, un solo canal de televisión, el telediario de Matías Prats (padre).
A las monedas de veinte duros, los trenes eléctricos y la familia Monster los sábados por la mañana.
Me encantan las piezas de museo. Los coches clásicos, las lavadoras antiguas con su ruido chatarril. Los papeles amontonados encima de la mesa, el correo sin leer, y el olor del jabón de Heno de Pravia.
Ir los domingos a la playa con una tortilla de patata, una sombrilla y un termo con agua del grifo fria. Ahora todo el mundo va a la playa con latas de bebida del tipico chiringuito playero.

Aquellos radiocasettes enormes que había antes (ver foto abajo), y que la gente los llevaba a la playa o al parque con la cinta de Georgie Dann a toda leche.
Y qué decir de un buen botijo. Que rica sabe el agua en botijo con un chorrito de anís.

Robar manzanas de los árboles, coger cerezas después de que se quita el sol, jugar con camiones de juguete. Unir dos cascos de yogures con un cordel y hablar con el vecino.
Depender de una cabina de teléfono para poder hablar con alguien.
Los regalices de palo, y los petazetas.

Las pistolas de agua y hacer explotar globos con harina dentro. Saltar a la comba y jugar al cascayu. Ir a las sidrerias a pedir chapas de las botellas para jugar a las chapas. Recuerdo que la chapa del mosto Greip era muy dificil de conseguir, y por la parte interna se ponia una foto del ciclista favorito.
Pintar con tiza las aceras y compartir una bicicleta con los amigos en el parque. Todo el mundo usaba la BH de paseo. La mariconada de las mountains bikes fue después.
Hacer una pelota con trapos y periodicos y aviones de papel.


Debo ser muy raro, porque me gusta oir gritar a los niños de los vecinos, dormir con la persiana subida hasta arriba para que entre bien la luz y no cerrar nunca la puerta de casa con llave.

Soy capaz de estar una hora bajo el agua de la ducha caliente antes de empezar a enjabonarme, salpicarlo todo, inundar el suelo del baño. Y me encanta. Después el olor a jabón huele en toda la casa.

Ir al monte a merendar y comer chocolate a escondidas. Cuando mi abuela me daba veinte duros callando de mi madre, iba a la tienda a comprar leche condensada, en botes de 740 grs, y con una cuchara me escondía a comerlo donde nadie se enterase.
La leche condensada ya no sabe como antes. Ahora todo es light. Antes la única mayonesa que había se llamaba MUSA, y era la más rica.
Se iba a casa de los amigos a jugar, y se podía estar en la calle por la tarde sin que un loco viniese a secuestrarte.


Continuará.




CARA AL PUBLICO.

Lo mejor de un blog es que te da igual lo que piensa quien lo lee. Si gusta lo aprobarán. Y si no lo aprueban importa un carajo. Lo mismo pasa si no lo lee nadie. Queda ahí. Y punto.
Nada trascendente puede pasar si los comentarios aquí puestos no son pensamientos populares precisamente.
Es tan distinto... Todo está bajo un punto de mira, más bien de sospecha. Hay que guardar las formas, ser correcto, poner la mejor sonrisa y aguantar estoico el dia a dia.

miércoles, 20 de junio de 2007

¿Y por qué?

Porque me gustan las mentiras, pero odio el sabor amargo del desengaño. Porque me gusta complicarme la vida, pero soy sencillo. Porque me gustan los desafíos, pero andar sobre seguro. Porque me gusta el riesgo, pero detesto ir contracorriente. Porque me gusta la rutina, pero soy impredecible.

Dos de arena por cada una de cal.

Porque viviría siempre de noche. Porque siempre falta una pizca. Porque los amigos como vienen se van. Porque no hay más ley que la lealtad. Porque mover ficha implica ceder el turno.

Porque no hay dos sin tres. Porque soy amante del silencio y la soledad.

Porque respeto y sé escuchar. Porque cuanto más me das, menos te doy. Porque acertar es más difícil que equivocarse.

Son tantas razones...

lunes, 18 de junio de 2007

Adelgazar, esa jodida penitencia.

Después de aguantar las múltiples críticas de mi querido amigo el perro irlandés (ni es perro ni es irlandés, pero el mote le queda que ni pintao), decidí poner mi malograda silueta en manos de un mesías salvador de mi colesterol.

Así, la curva de la felicidad, en teoría deberá convertirse en la recta de la desdicha. Ya van cinco semanas de penitencia alimentaria, y en contra de todo lo que preveía, aguanto estoicamente y día a día a rajatabla las miserias propuestas por el demonio que se encarna detrás de la bata blanca. Es la mismísima imagen de Lucifer a golpe de balanza.


El perro irlandés está flaco. Cuando alguna vez tenía barriga era por las mayúsculas ingestas de cerveza en su malnutrido organismo, alimentado a base de horas de ordenador y barritas de cereales que paseaba en una bandeja desde la cocina a su escritorio.
Yo no podía comprender su capacidad de inanición, y menos cuando era por gusto o por vagancia. A mi siempre me gustó comer. Cuánto menos sano, más me gusta la comida.


Echo de menos las farturas con mis cofrades Kiko y Chus. Kiko sí que come. Es la persona que más cantidad puede comer que he visto en mi vida. Otro que come a Dios por una pata es Abel, y Fuster tampoco lo hace nada mal. Algún día hablaré de todos ellos.

Mientras tanto , me voy a calzar mi opípara cena: Una media pechuga de pollo a la plancha y una tacita de agua con una pastilla de avecrem.

Con dos cojones.



miércoles, 13 de junio de 2007

LA ORGIA DE LAVIANA

Sí, lo reconozco, yo también. La primera vez que me contaron lo de la orgía de Laviana pensé que sería un bulo, o un trucaje. EStaba tomando el café antes de entrar a trabajar por la tarde, y el camarero, que es dado a bromas, me lo contó. No me lo creí. Me imaginé que sería una peli porno doblada o algo así.
No me resultaba creible que una tía de unos 16 años saliese en un video chupando varios miembros a la vez (esto no es nada nuevo), en plena calle (tampoco sería nada nuevo), diciéndole al que le estaba grabando en vídeo que si salia guapa y que le daba igual mientras no se enterase su santa madre (esto sí que es nuevo.)

Salí de currar y como siempre fui a tomar una caña al bar de "El Conde Lecquio" y escuché al que estaba a mi izquierda de la barra contarlo a otro congénere.

El caso es que Aurora aparenta ser una chica normal, guapa y sin retraso mental.
Todo el mundo critica a Aurora, que si es una guarra, que si no se que más. Pero no habla nadie de todos los imbéciles que le hacen la corte.
Tampoco nadie habla del hijodeputa que grabó todo en video y lo publicó en internet.

Ya murió Franco hace tiempo, y hay libertad sexual, por lo cual no me parece reprochable la conducta de ella, se supone que lo hacía pòrque le gustaba y no porque la forzasen. Lo que me parece triste es que en toda España se habla de esta chica, que quedará marcada para toda su vida vaya a donde vaya, y que por muchos méritos que consiga en su vida, solo pasara a la historia por "la de la orgía de Laviana".

No sé hasta que punto incluso pueda haber problemas legales por ser una menor, no se si las autoridades estarán tomando cartas en el asunto.
Tampoco sé si en su casa ya se habrán enterado, aunque es de suponer que la noticia haya salpicado todos los rincones de la cuenca minera a estas alturas.

Para los padres tiene que ser denigrante. Para ella, probablemente despues de los efectos de la borrachera y el kalimocho, será un trauma. Para ellos será una divertida aventura, un descojone que pasaron y que encima acabó en mamada los menos afortunados, y en polvo los más atrevidos (porque tambien hay que valer...)

Me alegra que en mis tiempos jovenes no hubiese moviles ni camaras digitales ni cosas por el estilo...

martes, 12 de junio de 2007

Comenzando

Nunca tuve un diario. Poca paciencia o pocas ganas, el caso es que nunca me dio por dejar mis pensamientos escritos, y ahora que la memoria (por el estress, la edad o el desorden) empieza a fallar, me arrepiento de no acordarme de mucha gente o muchas cosas cuando intento hacer memoria. Ahora me vendría bien poder consultar un antiguo diario de vez en cuando.
Nunca me resultaron bien los propósitos de enmienda, y mi desordenada vida no va a dar un giro inesperado y empezar a escribir metódicamente, pero cuando algún día falte, me gustaría dejar este blog como pequeño legado a esa insignificante parte de la humanidad que se pueda interesar por mi vida en un momento dado.
Aquí iré poniendo cosas sin ningún orden, de muchos temas a la vez, y cualquier recuerdo que me venga a la cabeza sin motivo concreto ni lógica.

A tod@ internauta ocioso que more por estos lares, mi más cordial bienvenida.

Jose.