martes, 18 de septiembre de 2007

Mi lucha con TRESAMI Vol. IX, y lo que es la gente.

(Ver capítulos anteriores)

Primeramente pido disculpas por el abandono temporal de este blog, que por falta de tiempo y por pereza, no actualizo desde hace más de un mes. Intentaré recobrar la asiduidad anterior.

Pasa el tiempo y no tengo noticias del los señores de astures, y a diario paso por delante del putopiso y observo si hay algún cambio en las persianas, luces etc. Nade de nada. No se por qué pero el asunto empieza a olerme a cuerno quemao, y me empieza a dar la extraña sensación de que la cosa me vuelve a salir mal.
Me estoy volviendo paranoico, no puede ser, soy un puto gafe, son imaginaciones mías. Seguro que todo va bien pero las cosas llevan su tiempo y es normal que no me llamen. Iluso de mi.

Una mañana suena el móvil. Era ella. Con su voz dulce me dice que la operación se va a retrasar. Por lo visto, la propietaria, una tal Raquel, tenía problemas para encontrar piso en Barcelona y me solicita aplazar el tema un mes. Además, decide ponerle precio a los muebles porque ahora decide que no los va a llevar para su nueva casa y quiere dejarlos alli.
Ella pide seis mil euros, yo le ofrezco la mitad. Ella dice que nanay, yo digo que ese no era el trato y en ningun momento se condicionó la venta del piso a los muebles. Ella dice que si no hay venta de muebles, no hay venta de piso. Yo me cago en todo y le deseo que se rompa las piernas por tres sitios diferentes.

Me empiezan a poner pegas y la agente inmobiliaria empieza a decir que "lo ve feo" pero que ya sería mala suerte que me pasara lo mismo otra vez.
¿Cómo me puede decir "que lo ve feo" con todo mi historial anterior?

Pues efectivamente, el asunto estaba feo. A los tres días me llaman para decirme que la dueña del piso había decidido no vender el piso.
Me quedé pegado al teléfono. No me lo podía creer joder. Otra vez vuelta a empezar, ya había pasado más de un año que entré a AGENCIA TRESAMI la primera vez y me encontraba en la misma situación inicial.

Les digo que no me jodan y que hablen con la dueña y lo intenten salvar de la manera que sea, que no me pueden hacer esto. Los de la agencia me dicen que no pueden hacer nada y que la Raquel está dispuesta a indemnizarme con lo que me corresponde. Si lo llego a saber doy una señal mayor para que me indemnizara con más.
Joder joder, esto no me puede estar pasando coño.

Pues nada, no hay nada que rascar. Les dije de todo, pero lo único que hicieron fue mostrar su completa falta de profesionalidad.
El día que fui a firmar que me daban la indemnización no se dignaron ni a mirarme a la cara. El tio de la agencia se marchó cuando me vió llegar, y la chica no tuvo cojones ni a decirme que lo sentía.
Me la han armado bien armada. Pero el mundo está lleno gente asi, así que es difícil acabar con ellos.

Nunca más tuve noticias de ellos. Nunca más me llamaron ni me preguntaron cómo estaba o si había encontrado algo. Nunca me compensaron con nada por su negligencia, pues después al consultar con un abogado me enteré de que el contrato de arras estaba mal hecho, y si lo hubieran hecho bien no se habría podido volver atrás el contrato con una indemnización tan ridícula.



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