martes, 23 de junio de 2009

Doctrina y jurisprudencia del sexo anal/oral.

Navegando por google e intentando pasar el rato me encuentro con una página que no tiene desperdicio:

http://www.geocities.com/apostolvs/ELSEXO.htm
Tras publicar el enlace con la fuente original, y sin ánimo alguno de plagio, voy a sonsacar alguna de sus principales ideas, para que si tú, querido lector o lectora, eres sucio o sucia de mente, no condenes tu alma a la aberración.

Y así, literalmente, transcribo:

Desde hace unas décadas, coincidiendo con la explosión de la pornografía en revistas, en vídeo y ahora en internet, se ha producido una súbita degeneración de las prácticas sexuales. Las gentes que van de progres y liberales por la vida, afirman que todas estas prácticas depravadas, que antes sólo eran conocidas y practicadas por una pequeña porción de la sociedad más privilegiada, suponen en sí un progreso deseable. Nada más lejos de la realidad.
La gran pregunta es: ¿supone realmente un avance para la humanidad el sexo aberrante? ¿Tiene algo bueno que aportar a las relaciones humanas el sexo oral, anal, zoofílico, coprofágico o cualquiera otra de las infinitas modalidades que tanto proliferan actualmente?

El término de mujer liberada se ha convertido en la actualidad en sinónimo de prostitución.
Estas mujeres se han liberado de cualquier tipo de escrúpulo moral y han convertido sus cuerpos en una especie de coladores que lo mismo se "tiran" a un jovencito armado con un falo mastodóntico que a un vejete arrugado y maloliente necesitado de toda clase de manipulaciones previas para alcanzar una mínima erección.

Por miedo a ser tachadas de beatas, de retrógradas o de mojigatas, las chicas acceden a hacer de tripas corazón y no dudan en lamer hasta las heces de su amado para mayor gloria de la "liberación femenina". Contra todo lo expuesto, yo simplemente me atengo a lo escrito unos milenios ha. Existe una forma natural de ejercer el sexo. La voluntad divina se expresa a través de lo natural y lo que va contra-naturam es una ofensa muy grave a este principio. La dignidad humana es un valor primordial, y este valor desaparece cuando no se respeta el propio cuerpo.

La naturaleza nos indica claramente la función que desempeña cada uno de los órganos del cuerpo, y no hace falta exprimir demasiado el cerebro para llegar a la conclusión de que estas prácticas contravienen este principio al mezclar las funciones genitales con las del aparato digestivo. Tanto la boca como el ano cumplen una función específica dentro del proceso alimenticio, y el hombre siente una repugnancia natural hacia cualquier práctica que contravenga las disposiciones naturales.

En muchas parejas se ha sustituido la relación genital-genital por otras más exóticas, como la oral-genital, la genital-anal e incluso la oral-anal. A poco que uno busque, no tardará en hallar combinaciones aún más abominables. Reemplazar la realidad objetiva de la sexualidad humana por el sexo oral, anal, grupal, manual, bestial o cualquier otro que se pueda imaginar supone violentar la ley natural. Y, como ya se expuso más arriba, se violenta también el plan que Dios trazó para los hombres

Por otra parte, el cuerpo también se resiente de estas prácticas que fuerzan hasta el extremo unos esfínteres desprovistos de lubricación natural para la nueva función a la que los sodomitas y homosexuales intentan someterlos.

Si aceptamos el sexo anal para los homosexuales, ¿por qué no aceptar también el sexo con animales, el incesto o el sexo con orina o excrementos? El caso homosexual es idéntico a cualquier otra tendencia contranatural que pueda existir en el hombre. Cuando aparece una tentación contraria a la moral, es necesario ejercer el autocontrol

El sexo oral adolece de las mismas connotaciones degradantes del anal. Algunos defensores de esta práctica argumentan que, al contrario que la anterior, carece de riesgos para la salud, y de alguna forma resulta más "inocente". Argumentaciones fácilmente rebatibles: numerosas enfermedades venéreas encuentran en esta práctica una vía de contagio habitual, como ocurre con la gonorrea, el sida, la hepatitis, el herpes, e incluso el cáncer. De hecho, el herpes bucal producido por éstas prácticas ya es una verdadera plaga incurable que afecta a un porcentaje enorme de la población de muchos países.

El auténtico motor de toda esta actividad antinatural es la consecución del placer sexual y la satisfacción de vicios perversos. Durante estas prácticas, la pareja no es considerada como el ser amado, sino como un mero objeto de placer. Lo mismo sería afirmar que un hombre está realizando esa misma "expresión de amor" cuando fornica con una muñeca hinchable. Me temo que no pocos matrimonios se rompen porque uno de los cónyuges intenta imponer al otro este tipo de actividades contra-naturam.

¿Resulta éticamente admisible cambiar el uso natural de la boca para convertirla en el receptáculo de un esfínter diseñado para evacuar orina? Sin duda, los defensores de estas prácticas no dudarán en apresurarse a lanzar una respuesta afirmativa. Quizás sentir las deyecciones de orina y secreciones seminales en sus bocas les resulte una experiencia no excesivamente traumática. Después de todo, la pornografía galopante se ha encargado de eliminar la noción de repugnancia natural que implica esta práctica.

Todo suele comenzar con una primera etapa de adicción a la pornografía, que no tarda en trasladarse de la imaginación al mundo real. Cuando la esposa se niega a acceder a estas depravaciones, buscan prostitutas. Y cuando ya ni éstas acceden a unas prácticas cada vez más aberrantes, salen de la legalidad: violaciones, pedofilia, asesinatos, etc.


El ano no se diseñó para que un pene lo esté penetrando. La vagina sí y está bien diseñada para esa función.


Abusar de las relaciones anales, podría producirle a usted grandes inconvenientes y vergüenzas. ¿Porqué?


Los estudios médicos dicen que el sexo anal, que es la culminación de una relación sexual entre dos hombres es bastante peligroso, ya que conlleva los riesgos propios de que el ano es un conducto de solo salida, protegido por un pequeño grupo muscular. La fricción del acto sexual fuerza de tal manera el esfínter que ello conlleva su perdida de tensión, y de la capacidad para mantener un cierre firme, y puede provocar en quien lo padece la pérdida crónica de material fecal. Además el intestino tiene una única capa de células que separan el conducto rectal de tejido altamente vascular, por lo tanto cualquier organismo que se introduzca por el recto tiene mucha facilidad para establecer un punto de inicio para la infección. Además de todo eso hay que señalar que el esperma tiene componentes inmunosupresores, que evitan las defensas que hay en la vagina de la mujer con la función de proteger a los espermatozoides. De todo ello podemos concluir que la relación ano genital es muy eficaz para trasmitir enfermedades.


Porque la constante penetración de un pene en el ano hace que éste pierda su función natural de retención del excremento. El ano en si es un músculo cuya función es retener la materia fecal y los gases del intestino grueso y puede dañarse por estarse usando inadecuadamente. Peor aún si el pene que le introducen es de descomunales dimensiones, más rápido podrían dañárselo. Por eso algunos aberrantes sexuales suelen oler a excremento y se les salen involuntariamente gases que pueden comprometerle socialmente. ANO dañado no tiene reparación.".

PD: Apréndase bien la lección, y ojito con los aberrantes que huelan a excremento

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una vez leídas esta sarta de animaladas que sólo pueden explicarse en un contexto fundamentalista, opusiano, etc... dictamino que la mayoría de lo expuesto se desmantela admitiendo que:
a) ninguna de esas opciones sexuales alternativas al coito es moderna. La gente comía caca, bebía pis y practicaba sexo oral
desde que bajamos, como especie, de los árboles.
La prueba más clara es que los monos lo hacen: practican sexo oral, se excitan mirándose unos a otros mientras tienen sexo, etc.
b)bajo ningún concepto pueden compararse las prácticas que implican abuso y violencia contra otro ser que no puede elegir líbremente participar de ellas, como puede ser la zoofilia, con cualquier otro tipo de opciones sexuales que, si bien pueden parecernos a muchas personas extrañas, pueden ser y de hecho son placenteras para muchos que participan de forma voluntaria en ellas. Debemos tener en cuenta que cada persona contruye su personalidad de una forma única y por tanto, también su forma de vivir la sexualidad.
c) las personas somos seres únicos y libres, no "esposas" y "maridos" potenciales. Las ideas que fundamentan el texto están basadas en un intento de adoctrinamiento de la sociedad por algunos fanáticos religiosos que saben que perderán, y pierden poder si las personas reivindican su libertad vitl y por tanto sexual.
d) si seguimos las normas del sentido común, con un preservativo se evitan la mayoría de los problemas que se auguran como terribles para la salud.

Estos son sólo algunos argumentos que se pueden esgrimir para rebatir ideas aberrantes y medievales como las expuestas en el texto.
Pero es importante señalar que cualquier persona que tenga las suficientes neuronas hábiles funcionando tratará de olvidar lo leído en el link cuanto antes.

Orinoco