miércoles, 25 de febrero de 2009

CON UN PAR



"No hay solución: ojo por ojo diente por diente, hijos de puta".
Estas eran las palabras del hombre al que la bomba de ETA de anteayer le destrozó la casa. Y, con un par de cojones, cogió la maza y respondió al ataque de los reptiles terroristas. Entró por la puerta pero sin abrirla, y rompió un poco de mobiliario. Una miseria en comparación con lo que le hicieron a él en su casa.
Y como la justicia está como está, se lo llevan detenido los de la Ertzaintza. Aún así, tuvo que aguantar insultos y amenazas de los fanáticos abertzales mientras se lo llevaba la policía.
A las pocas horas, medio pueblo estaba empapelado con amenazas y alusiones a su nombre.
Cada vez me da más asco toda esta gente y sus ideologías, la ambigüedad de Ibarretxe y toda la mafia que rodea a los nacionalistas. ¿Cómo es posible que esto no haya pasado primero?
Me alegro que haya gente como Emilio que haga esto, a cara descubierta y plantando cara al miedo. Ojalá hubiese muchos como él, la situación cambiaría rápido. Yo sin embargo fui mucho más inofensivo, en vez de coger la maza y destrozar las agencias me limité a contar mi odisea en el blog.

La ley del Talíon. Y lo peor será que a este pobre hombre que le reventaron su casa, todavía le demandarán por injurias por haberlos llamado hijos de puta. Ye la moda.
Deberíamos montar una plataforma para defender a este hombre y ayudarle a pagar los gastos que le ocasione su acción.
Si hace 30 años las gente hubiese reaccionado así, ETA ya se habría acabado.
Son hombres malos.

2 comentarios:

Aminomepreguntes dijo...

Malos y cobardes. Y mujeres malas y cobardes, también. Alienados todos.

Es verdad que si el lado de las víctimas hubiera reaccionado con violencia, ésta quizá ya se habría acabado. En Irlanda del Norte (en verbenas de verano) los dos bandos se cansaron de sufrir. Pero con las comparaciones ya se sabe.

SHAMISENN dijo...

La violencia no es buena en ningún caso, pero yo creo que en esta ocasión se justifica en el hartazgo y en el acoso continuado. Sigo pensando que es un héroe, lástima que haya tenido que marchar del pueblo por la amenaza de cuatro bandarras.